Según el psicólogo Albert Mehrabian, el 7% de la comunicación se transmite a través de las palabras; el 38%, mediante la voz; y el 55%, por medio de los movimientos corporales.
Es por esto que, para que las habilidades comunicativas de toda persona sean óptimas, deben estar respaldadas por un lenguaje no verbal coherente, que confirme el resto de cualidades.
Los gestos del rostro, movimientos del cuerpo, forma de vestir, entre otros comunica algo de la personalidad.
Es importante conocerse uno mismo y conocer las reglas de cortesía y cultura organizacional para estar alineados y encajar adecuadamente en el medio.
Las personas transmitimos mensajes a través del lenguaje gestual y corporal, según las señas, gestos, miradas, tono de voz y actitudes corporales.
Tipos de lenguaje no verbal:
- Kinesia– Analiza los gestos y movimientos del cuerpo.
- Proxemia– Analiza el comportamiento en el espacio personal.
- Para lingüística– Analiza la conducta no verbal expresada en la voz.
Comunicación kinésica
Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones y su expresión facial, encontró hasta 15 expresiones del rostro universalmente entendibles en diferentes culturas. Hay expresiones básicas de felicidad, sorpresa, enfado, tristeza, miedo y asco. Hay emociones compuestas con diferentes tipos de movimiento de los músculos del rostro.
Ejemplos de Lenguaje kinésico:
- Estoy encantado de verte: rápido el movimiento de subida de cejas, acompañado de una sonrisa.
- Estoy escuchando: cabeza inclinada de lado.
- Posturas cerradas (Brazos y/o piernas cruzadas): menos aceptación de otra.
- Posturas abiertas (Brazos y/o piernas relajadas): más disposición a interactuar con otros.
- Mujer que se arregla el cabello con la mano: deseo implícito de agradar.
- Hombre que ajusta el nudo de corbata: deseo de causar buena impresión.
- Brazos cruzados sobre el pecho: preocupación, vigilancia, concentración, desagrado.
- Brazos cruzados por detrás: seguridad y control.
- Mirada directa y prolongada: deseo de intimar o agredir.
- Presentar mejilla levantada: egolatría, superioridad
- Mirada frecuente hacia los lados: hipocresía.
- Hombros caídos: agobio, carga pesada de problemas.
- Caminar de prisa: dinamismo, inquietud, ansiedad.
- Sentado con piernas unidas: personalidad delicada, cuidadosa.
- Jugar con objetos mientras escucha: nerviosismo inquietud.
- Cuerpo sentado hacia delante: receptivo, con interés de escuchar.
- Cuerpo sentado hacia atrás: cautelosos ,controladores, sin interés.
- Echarse hacia atrás en la silla: confianza absoluta, independencia, espíritu rebelde.
Comunicación proxémica: analiza el espacio vital personal.
Saludos de la mano.
- Presión fuerte: persona dominante o competitiva.
- Presión débil: falta de vitalidad o falta de audacia. Desconfía.
Mirada.
- No mirar a los interlocutores: Asociado a mentiras o distorsiones, o inseguridad.
- Mirada errática: persona nerviosa o desequilibrada.
Estudio paralingüístico: Transmite información adicional a través del tono de voz, reafirma o puede contradecir el mensaje verbal.
- Tonos altos y agudos: alegría.
- Voz apagada: tristeza.
- Volumen elevado: quiere imponerse a otros, extraversión.
- Volumen bajo: se asocia a la introversión.
- Ritmo lento: Rechazo al contacto y frialdad en la interacción.
- Ritmo cálido, modulado, animado: Aceptación del contacto o conversación.
Es importante considerar que cada persona ve la realidad de una manera propia. Las experiencias son diferentes y se debe situar cada comportamiento no verbal en su contexto comunicacional y la historia cultural de la persona.
La interpretación de la comunicación no verbal se basa en su congruencia con la comunicación verbal. La comunicación no verbal necesita ser coherente con la verbal para que resulte comprensible y sincera.
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