El nombre prejuicio proviene de prejuzgar, que consta del prefijo “pre” y el verbo “juzgar” y significa emitir un juicio o formarse una opinión antes de disponer de los datos necesarios para hacerlo. “el prejuicio es una predisposición categórica para aceptar o rechazar a las personas por sus características sociales reales o imaginarias” (Light, Keller y Calhoun 1991) Al igual que estos autores, muchos otros sociólogos y psicólogos sociales han trabajado el tema de los prejuicios en el marco de las relaciones sociales.
El prejuicio es una característica humana, que si bien ha sido definida de manera diferenciada por distintos autores, ofrece componentes comunes.
Para algunos autores (Light, Keller y Calhoun, 1991), el prejuicio puede tener una connotación negativa (de rechazo) o positiva (de aceptación). Sin embargo, para muchos de los autores (Gerrig y Zimbardo, 2005, entre otros), el prejuicio en sí mismo tiene una connotación negativa.
Las actitudes negativas hacia un grupo implican sentimientos o creencias de desvalorización hacia el mismo, expresando un desacuerdo hacia condiciones o características del grupo. Es una actitud aprendida. Existen teorías antiguas (Whittaker, 1979), basadas en estudios con Chimpancés, según las cuales el prejuicio es una actitud controlada de manera biológica (condición innata). Sin embargo, según las teorías modernas, el prejuicio es una actitud aprendida, en base a las experiencias que la persona ha tenido a lo largo de su vida,
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