
La comunicación asertiva es una habilidad de relacionamiento social en la cual se expresan las ideas, sentimientos , deseos, formas de pensar o derechos de manera organizada, clara, directa, sincera y respetuosa, a partir de una recta intención.
Existen estilos de comunicación que no están correctamente equilibrados y que generan conflictos en uno mismo o en los demás. Estos estilos pueden y deben modificarse hacia un estilo asertivo para evitar dañarse uno mismo o a sus interlocutores.
Estos estilos son:
-Estilo de comunicación pasivo: se caracterizan por la sumisión, la pasividad, el acomodamiento, relegando sus propios intereses, sentimientos, derechos, opiniones y deseos.
-Estilo de comunicación agresivo: se caracteriza por no respetar los derechos, sentimientos e intereses de los demás, e incluso puede ser ofensivo, provocador o humillante.
Un estilo de comunicación asertivo permite el equilibrio y es eficaz tanto para el logro de objetivos, como para las interrelaciones humanas. Permite hacer valer los derechos, gestionar conflictos, manejar negociaciones eficaces, mantener conversaciones con personas de diferentes culturas y en diferentes contextos; asimismo permite una adecuada toma de decisiones, ayudar en las mejoras conductuales y ser directo con lo que se quiere comunicar sin causar ofensas .
La actitud asertiva no significa tener la razón sino tener conciencia de que uno puede estar equivocado, pero puede mantener una conversación calmada con personas de diferentes ideas buscando alcanzar el entendimiento y encontrar soluciones
La conducta asertiva no siempre tiene como resultado la ausencia de conflicto entre las dos partes, pero su objetivo es lograr mayor volumen de consecuencias favorables y menor de las desfavorables.
Todos tenemos derechos asertivos, entre ellos están::
– Derecho a cometer errores y a equivocarnos
– Derecho a aceptar los sentimientos propios o ajenos
– Derecho a tener nuestras propias opiniones, creencias y convencimientos
– Derecho a criticar y protestar por un trato injusto
– Derecho a reprochar el comportamiento de otros
– Derecho a interrumpir y pedir una aclaración
– Derecho a intentar un cambio
– Derecho a pedir ayuda
– Derecho a decir “no”
– Derecho a no justificarnos ante los demás
– Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
Algunos ejemplos de comunicación asertiva son: hablar directamente del problema, sin culpar a la persona; no dar explicaciones cuando no amerita; no disculparse más de lo necesario; saber reconocer el trabajo bien hecho a pesar de no tener simpatía por la persona, saber decir NO con todo respeto.
Desarrollar una personalidad asertiva puede generar algo de temor inicialmente, pero cuando descubras que en realidad influye en tu crecimiento personal y autoestima, te entusiasmará la idea de continuar mejorando este estilo de comunicación.
Es necesario usar este estilo de comunicación todo el tiempo para poder desarrollar una personalidad asertiva, todo es cuestión de práctica.
Comunicar de forma asertiva es una habilidad necesaria en todas las áreas de la vida, tanto personal como laboral pues permite relacionarse, negociar y tener mayor éxito con menor stress.
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